Los Padres de San Diego salieron de los movimientos a la fecha límite de cambios como un serio candidato a estar en la postemporada e inclusive pelearle la división a los Dodgers de Los Ángeles, que han hecho un punta a punta en la temporada.
Algunos llegaron a considerar al conjunto de San Diego, el claro ganador de las 49 transacciones realizadas antes del 2 de agosto, que fue la fecha establecida en esta temporada para el cierre de las transacciones de jugadores hábiles para participar en la postemporada de este año.
La transacción que llevó a Juan Soto a San Diego fue reconocida como el más importante movimiento del proceso, en virtud de que el dominicano era la pieza más pretendida por los equipos en pelea, ya que además de recibir a uno de los mejores bateadores del negocio, lo recibían con control sobre su contrato por dos años antes de que fuera elegible a la agencia libre.
Soto ha participado con los Padres en 27 partidos, ha conectado tres cuadrangulares y empujado seis carreras con un promedio de bateo de .246, estadísticas muy por debajo de las expectativas que tenía el Presidente de operaciones de béisbol del conjunto, A.J. Preller y toda la fanaticada.
Preller hizo lo que se entendía era necesario para que el equipo compitiera de la manera correcta, ya que junto a Soto llegó a San Diego, Josh Bell para jugar primera base y ser el cuarto bate.
Otra pieza que recibieron fue al utility, Brandon Drury desde Cincinnati, que desde su llegada a los Padres apenas batea .220 en 27 encuentros.
Hader llegó como el mejor cerrador del béisbol
Mucho se criticó a los Cerveceros de Milwakee al enviar a Josh Hader a San Diego, sin embargo, los resultados en el terreno de juego han demostrado que algo sabían ellos que el resto del mundo ligado al negocio no sabía.
El zurdo de 28 años de edad, tiene marca de 1-1 y 17.55 de efectividad en nueve apariciones desde que llegó a la costa oeste, en seis entradas de labor ha permitido 13 hits y 13 carreras limpias y perdió el puesto de cerrador.
Desde el primero de agosto, los Padres juegan para 17-16, mientras que los Dodgers juegan para 24-9 y tienen una ventaja de 19 juegos en el liderato de la división.
La meta de San Diego es mantenerse dentro de los tres equipos que clasifican vía el wild card, según el nuevo formato de clasificación a los playoffs de las Grandes Ligas, y en estos momentos ocupan el tercer puesto con dos juegos de ventaja sobre Milwakee (71-63) y a 10.5 juegos del primer puesto que ocupan los Bravos de Atlanta, que amenazan a los Metros de Nueva York en el este, pero es necesario que el bate de Soto llegue al Petco Park y zonas aledañas.