San Diego ha conseguido en Juan Soto esa munición que necesita para proteger su posición de wild card en el tramo final de dos meses y, ya en la postemporada, disparar sus opciones con artillería pesada, alucinando con la vuelta de un Fernando Tatis Jr., sano y juntarlo con un Manny Machado con una temporada calibre MVP.
Los Padres son 11 entre los 15 equipos en promedio de bateo en la Liga Nacional (.240), noveno en la producción de carreras (4.3 por juego), noveno en porcentaje de embasarse (.316) y penúltimos en jonrones (91).
El club californiano obtiene en el jardinero dominicano esa pieza que puede ayudar de forma considerable a mejorar esos números, sobre todo en un momento donde ha vuelto a romper las estrategias del pitcheo que le hizo ver su promedio descender hasta un .214 al 24 de junio.
Desde entonces se ha recuperado la versión destructiva de Soto y acumula una línea ofensiva de .333/.520/.633 en bateo/OBP/sluging y en la temporada completa ya los mejora a .246/.408/.485 con 21 cuadrangulares, 46 remolcadas y líder en boletos recibidos de todo el béisbol con 91.
Soto promete llegar con esa cisterna de oxígeno ante un paciente que ve a enemigos como los Filis y Cardenales acercarse. Y viene bajo control por dos temporadas (2023 y 2024), tiempo suficiente para un equipo que no ha escatimado esfuerzo en su afán de llevar esa primera corona a una ciudad que conoce la MLB desde 1969.
Al comienzo de la campaña San Diego tenía la quinta nómina más alta con US$220,3 millones. El martes se desprendieron de cinco de sus 11 principales prospectos en un fin que justifica todos los medios puesto que el club no llega a una postemporada en campaña de 162 juegos desde 2006.
Referencia
Soto, Machado y Tatis prometen formar la trilogía ofensiva dominicana más temible que haya coincidido en un equipo. Una que promete estar junta al menos hasta 2023, puesto que al final de la próxima campaña Machado puede salirse de su contrato.
La referencia obligatoria es la que formaron Sammy Sosa, Moisés Alou y Aramis Ramírez en los Cachorros de Chicago entre agosto de 2003 y el curso completo de 2004.
Ese 2004, Alou (entonces con 37 años) despachó 39 jonrones y remolcó 106 carreras, Ramírez (26) envió 36 pelotas fuera del parque y llevó 103 vueltas al plato, en tanto que Sosa (35) voló la verja en 35 ocasiones y produjo 80 anotaciones. 110 vuelacercas y 289 rayas que no ha repetido trío alguno, ni dominicano ni de otra nacionalidad distinta a la estadounidense.
Tuvieron que juntarse cinco quisqueyanos con más de un centenar de partidos en 2014 con los Azulejos para igualar la cifra de vuelacercas y superar esa de remolcadas. Entonces, José Bautista cerró la zafra con 35 trancasos y 103 CE, Edwin Encarnación (34 y 98), Melky Cabrera (16 y 73), Juan Francisco (16 y 43) y José Reyes (9 y 51) para un total de 110 y 368 vueltas remolcadas.
Machado es el mayor de este trío de los Frailes, con 30 años. Soto y Tatis tienen 23, de ahí que la proyección no tiene techo.
Soto deja a los Nacionales tras 565 partidos de fase regular con una línea de .291/.427/.538 que incluyó 119 cuadrangulares, 358 remolcadas y 21.4 victorias sobre jugador reemplazo en la versión de Baseball-Reference. Su hoja incluye una Serie Mundial, dos visitas al Juego de Estrella y dos Bates de Plata.