En Seattle hubo temores, con sobrada razón, durante el mes de abril con el bate de Julio Rodríguez. Con el prospecto número uno de la organización y tercero de todo el béisbol se arriesgaron a no jugar con su reloj de servicio, pero su inicio hizo recordar la mala experiencia con Jarred Kelenic, de igual cotización y quien lleva un año buscando las teclas en la MLB.
Rodríguez colocó en abril una línea ofensiva de .206/.284/.260 con 15 hits en 73 turnos, solo cuatro dobles como extrabases y 30 ponches.
A Kelenic (la columna vertebral sobre el que pende el proyecto de los Marineros) le fue tan mal cuando fue subido el 13 de mayo de 2021 que menos de un mes luego fue devuelto a Triple-A y llamado a mediados de julio, y terminó el curso con .181/.265/.350. La semana pasada el bateador zurdo fue bajado, nueva vez, con una pésima línea de .173/.256/.338.
En el caso de Rodríguez la página ha cambiado en cuestión de un mes y en mayo ha sido una versión de lo que proyectaban los scouts del negocio.
El guardabosque nacido en Loma de Cabrera el 29 de diciembre del 2000 batea en 22 partidos para .333/.364/.524 producto de 28 imparables en 84 turnos.
J-Rod, como ya le llaman, suma cuatro jonrones, dos dobles, un triple y 12 vueltas remolcadas y en la versión de Baseball-Reference cosecha una victoria sobre jugador reemplazo.
De hecho, ya Rodríguez encabeza a todos los novatos en incogibles (43), bases robadas (12), es tercero en jonrones (4) y carreras impulsadas (19)… también es el que más se ha ponchado (53).
El miembro del equipo olímpico dominicano comenzó como séptimo en la alineación, pero desde el viernes es el cuarto bate del conjunto que va por debajo (18-25) con relación al gran año que tuvo en 2020, cuando quedó a las puertas de los playoffs.
Un repunte que anima una interesante carrera por el premio al Novato del Año, una que su compatriota Jeremy Peña (Astros) parece llevar la delantera.