Fernando Tatis Jr., cumple 160 partidos tras su regreso con números de MVP

Fernando Tatis Jr., goza de la salud más prolongada desde que irrumpió en el escenario profesional (2016) y el arranque de 2024 augura la vuelta de esa mejor versión ofensiva suya, la 2021 cuando lideró la Liga Nacional en jonrones y su OPS+ rozó los 166.

El petromacorisano ha arrancado el curso con cinco vuelacercas, 13 remolcadas y un OPS de .861 para unos Frailes que hacen sombra a los Dodgers.

Desde que el 20 de abril pasado el jardinero de los Padres regresó de la suspensión por dopaje que le costó 80 partidos solo ha faltado a un encuentro, el 10 de septiembre en Houston. 

Si ese 2023 ya disputó su máximo de choques (141) esta semana completa los 160, que sería el primer año calendario completamente disponible.

En este tramo, Tatis, de 25 años, batea para  .259/.325/.455 con 168 imparables, 30 de ellos cuadrangulares, 90 carreras remolcadas, 104 anotadas, 31 robos y un OPS de .781. Acumula 6.2 victorias sobre nivel reemplazo en la versión de Baseball-Reference, en la línea de MVP.

El rosario

Los problemas comenzaron en julio de 2018, cuando todavía jugaba en AA, y una fractura del pulgar de su mano izquierda terminó con esa campaña. Una baja que facilitó su participación en la Lidom, donde aprovechó para ayudar a las Estrellas a terminar con medio siglo de sequía sin título.

En su campaña de debut en la MLB (2019) visitó dos veces la lista de lesionados; la primera por una torcedura en el tendón de la corva izquierda (un hamstring que lo sacó por 38 días) y luego dolores en la parte baja de su espalda en agosto finalizó su participación, limitado a 84 encuentros. 

En 2021 las molestias en su hombro izquierdo los enviaron tres veces a lista de lesionados y se ausentó 33 días. También tuvo molestias en el oblicuo derecho y estuvo fuera por el protocolo Covid-19.

Al presentarse a los entrenamientos de 2022 se confirmó la rotura de un hueso en su muñeca izquierda que requirió de dos  cirugías que lo inabilitó por  cuatro meses y cuando estaba a punto de regresar se confirmó su positivo a Clostebol. Una vez conocido el tiempo a perder el equipo decidió operarlo de ese hombro izquierdo que tantas advertencias envió.